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Hay cremas antiarrugas para prevenir o aliviar las arrugas faciales, que recetan los dermatólogos todos los días. Hay un pasillo completo en todas las farmacias y grandes almacenes de descuento dedicados a las versiones de venta libre de las cremas recetadas. Los productos antiarrugas recetados y de venta libre a menudo tienen ingredientes activos idénticos. La diferencia es que hay menos ingredientes activos en las versiones de venta libre, lo que significa que las versiones de venta libre son menos efectivas. Eso no quiere decir que no sean efectivos en absoluto, solo que tendrás que usar las versiones de venta libre por más tiempo antes de ver algún efecto. Hasta el momento no existe una crema facial que prevenga o cure las arrugas mágicamente con receta, sin receta o en el mercado negro.
Los medicamentos recetados para combatir las arrugas faciales deben someterse a pruebas rigurosas y deben ser aprobados por la FDA como medicamentos recetados. Pero las cremas antiarrugas de venta libre están clasificadas como cosméticas y la FDA (Food and Drug Administration) las prueba solo para su seguridad; no hay requisitos para que las cremas sean efectivas.
Lo que pagas por las cremas antiarrugas de venta libre no tiene relación con el nivel de efectividad. Una crema antiarrugas muy costosa puede ser mucho menos efectiva que una muy económica. La marca y la publicidad son las que determinan el costo, no si el producto realmente funciona o no.
Casi todas las cremas antiarrugas de venta libre indican que se apliquen al menos dos veces al día durante un período de varias semanas antes de que haya la mejora notable prometida. Lo que las etiquetas no te dicen es que tan pronto como dejes de usar el producto, tu piel volverá a su condición anterior. La investigación nos dice que los ingredientes en algunas cremas antiarrugas recetadas y de venta libre pueden disminuir la aparición de arrugas.
