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La pérdida de colágeno, a medida que envejecemos, es un problema. Las moléculas llamadas radicales libres contribuyen a esta pérdida de colágeno en nuestra piel. Los rayos UV de la luz solar, el humo del cigarrillo y la contaminación, se juntan en esto con esos radicales libres. Cuantos menos radicales libres podamos evitar, más tiempo podremos retrasar la aparición de arrugas. Eso no quiere decir que evitar los radicales libres por completo es aconsejable o incluso posible, pero evitar tantos como podamos, va a ayudar.
Todo tiene enemigos naturales. Los gatos, por ejemplo, son enemigos naturales de los ratones, y los antioxidantes son los enemigos naturales de los radicales libres. Evitar la mayor exposición posible a los radicales libres es bueno, pero también necesitamos aumentar nuestro consumo de los antioxidantes que los combaten. Los alimentos que son muy altos en antioxidantes pueden ayudar si podemos incluirlos en nuestras dietas. Los antioxidantes ayudan a contrarrestar el daño causado por los radicales libres que causan una pérdida de colágeno, elasticidad, y firmeza de la piel, lo que causa la formación de arrugas.
¡Piensa en tomate! Los tomates tienen la ventaja de no sólo ser altos en antioxidantes, sino también ser altos en licopeno. Se ha demostrado que el licopeno es eficaz en la prevención de algunos tipos de cáncer. Los pimientos rojos son ricos en antioxidantes y en vitaminas A y E y bioflavonoides, conocidos por ayudar a hidratar y sanar la piel. Todas las verduras de color rojo y oscuro, y de color naranja como la remolacha y las zanahorias, son grandes luchadores contra las arrugas. La col es rica en antioxidantes, y es una excelente fuente de hierro, que es fundamental porque ayuda a llevar sangre a la piel. También es rica en vitamina A, que ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro de la piel. Los arándanos también son muy altos en antioxidantes.
El salmón también puede ayudar, ya que es alto en ácidos grasos omega–3. Se sabe que los ácidos grasos omega 3 combaten la inflamación y son un gran humectante para la piel. Ah… ¡y recuerda beber mucha y mucha agua!
Estos cuidados, sumados a nuestra labor, serán garantía de una piel fresca y lozana por muchísimos, muchísimos años.
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